La llegada no fue nada buena porque me tuvo 15 minutos en la puerta del hostel sin dejarme entrar porque no encontraba mi reserva con hoteles.com en vez de dejarme entrar y solucionarlo conmigo dentro. Aunque luego se disculpo y me lo intentó justificar, no es escusa para dejar un cliente en la puerta de la calle y a decir verdad que, a primera vista la zona no se ve segura aunque luego si lo sea.
A pesar de ese incidente, el hostel es acogedor y está limpio. Aunque el hostel es pequeño, la habitación de 6 es cómoda. El desayuno es bueno y el wifi también. Tiene sólo dos baños con ducha para todo el hostel, una para chicos y otro para chicas; que sino está lleno el hostel bien, pero cuando esté lleno... La ducha perfecta con agua caliente, pero no incluyen la toalla en el precio.
Otra cosa que no me gustó es que la puerta de la calle la tienen siempre cerrada y te abren como mirando por la mirilla, hecho que da sensación de inseguridad de la zona ya que está situada en la parte alta de la Candelaria, cerca del Chorro de Quevedo.