Nada más llegar no abrían la puerta, después de llamar por teléfono la dueña salió y nos comentó que no le había llegado la reserva. Pillamos una “oferta de última hora” y por eso, nos pusieron en una habitación en la guardilla, sin ventana, con un calor espantoso y con cuarto de baño compartido (cosa de la que la pagina no decía nada). Después de comentarlo con la dueña, nos llevó a una habitación más abajo y mucho mejor, ya que estaba la casa vacía y no había más huéspedes. Nos comentó que tenía que limpiar la habitación y decidimos mientras ir a tomar un café. Comentar que según las diferentes páginas de viajes que miramos, los servicios que ofrecía este alojamiento eran diferentes y muchos de ellos inexistentes, pone piscina y esta, aunque de esas que se montan, la cafetería/bar que ofrece no está, el parking no está, etc... Mientras tomamos café, decidimos que no era no lo que habíamos contratado ni lo que buscábamos y decidimos hablar con la dueña, para decirle que nos íbamos. No habíamos hecho uso del hotel y solo paso media hora, como la página nos había cobrado la habitación ya, sabíamos que perderíamos el dinero, pero sinceramente confiamos en el entendimiento de la dueña. Hablamos con ella y efectivamente así fue, nos comentó que no había devolución, aun así, lógicamente nos fuimos pues ni nos gustó, ni queríamos estar allí, sin los servicios ofrecidos, con calor y sin aire acondicionado La dueña fue legal, pero no fue nada honrada, que disfrute el dinero que gano.