Puerto Sherry es un recinto de edificios de apartamentos muchos de los cuales están en esqueleto, lo que afea bastante el entorno. Tampoco está adecuadamente urbanizado, faltan aceras y calles interiores.
El apartamento cumple con lo contratado, tiene una habitación, terraza y vistas pero no publicita que es un segundo piso sin ascensor con acceso individual a través de unas escaleras muy estrechas. Esto puede impedir el acceso a personas mayores o con un pequeño defecto de movilidad. Por cierto, los interruptores de la luz de la escalera estrecha no funcionaban a excepción del de la segunda planta.
El apartamento está cerca de la playa pero lejos del pueblo, a casi una hora andando, y no hay servicio público de transporte.
Respecto del interior del apartamento, la decoración es espartana y la iluminación muy escasa.
En definitiva, que este apartamento es carísimo para lo que ofrece.