Nos ha desilusionado terriblemente.
Para empezar, no es que fuésemos a ver la TV, pero el mando lo habían perdido los de recepción.
Lo más importante fue que la ventana no ajustaba bien en el cierre, 4 grados, y entraba un viento horroroso. Tuvimos que poner la calefacción a 30 grados para poder dormir bien.
No nos cambiaron las sabanas en los 3 días (un hotel de 4*) y las toallas solo el primero.
El segundo día quisimos tomar algo y pedir un plato de charcutería. Eran las 21h00 y solo les quedaba chorizo y salami. Y eso que tenían restaurante en la oferta, pero estaba cerrado.
En fin, una pena, porque el sitio es tranquilo y bonito pero el hotel está muy muy muy lejos de las 4*.
Ah, el techo del baño estaba sin estractor, con lo que se veía el agujero.
Y hablando del baño, vasos de papel, sin botes de gel ni champú ni nada típico y mínimo en un hotel con esta categoría.