Las habitaciones están bien, el personal no entiende español, las escaleras fatal (como casi todas las de Marruecos) al igual que la insonorización, debido a las peculiares puertas de acceso a las habitaciones. Si alguien habla en el patio, se oye TODO.........y la recepción está en el patio. Todo esto es común a la mayoría de los Riad.
Está cerca de la plaza, el ambiente es agradable, aunque si están ocupadas todas las habitaciones, hay que darse prisa en usar el agua caliente, porque se acaba. Los servicios del Hotel son carísimos (taxi, hamman, comidas), por lo que es mejor contratarlo fuera. Por lo menos tienen aire, cosa imprescindible, incluso en Octubre, por la peculiar ventilación de las habitaciones en los Riad, ya que las ventanas sólo suelen dar al patio central.
No me importaría repetir, no obstante, aunque seguro que los habrá mejores.