Alojamos en la calma de Pirque y nos percatamos qué hay mucha entrega de agua o bebidas en envases de plásticos y cero lugares donde reciclar o separar la basura.
En el desayuno que venía incluido y que nos entregaron en la habitación, nos dieron té y café de muy mala calidad (teniendo ellos café de Grano) la verdad es que uno espera que se mantenga la calidad de lo que uno consume en casa o que sea superior.
Sobre el espacio, muy deteriorada la piscina, todo muy desordenado, en la mañana vimos cómo estaban los platos de almuerzos y cenas del día anterior, yo creo qué hay que poner más esfuerzo en dar una imagen amigable y consciente.
El personal muy amoroso, de verdad fue un gusto la atención y creo que es el punto vital de este espacio.